Con esta
publicación se me ha dado la oportunidad de
profundizar, no habiendo los estudiosos hasta
hoy determinado adecuadamente las motivaciones
del porqué Diego Velazquez haya pintado,
primero Él la obra aquí analizada y después
con otras copias, de diversas dimensiones,
efectuadas en el taller por sus colaboradores,
del: “Retrato de
un caballero de la Orden de Calatrava. Don
Martin de Leyva”,
e investigar en los archivos
y en las bibliotecas los textos manuscritos y
de imprenta coevos a la época.
He
ampliado cuanto se había escrito antes con
actualizaciones de archivos y bibliográficas
sea de las obras mencionadas que de los
personajes.
Es oportuno,
entonces, precisar que, antes de empezar a
describir el recorrido histórico-artístico,
motivar y determinar la autenticidad de la
pintura, he hecho referencia a la
investigación efectuada por el Prof. Maurizio
Marini, experto de arte que, el 25 marzo 1998,
autentificó la investigación con su propia
firma en el retro de la foto de la pintura
como foto incluida en su catalogo “Diego
Velázquez, Electa, 1997”, delante del notario
de Roma Dr. Panvini Rosati, asunto este que
corresponde a la pericia efectuada por el
mismo Profesor Maurizio Marini que acompaña la
obra. El 20 Junio 2009 el mimo profesor
Maurizio Marini, emite una pericia de valor
sobre la pintura que confirma ulteriormente su
autenticidad. Por parte de la propiedad, para
poder analizar mejor la obra, se me ha
entregado la relación técnica referida al
estado de conservación de la misma que efectuó
el Profesor Giampaolo Ghislandi en fecha 1
diciembre 2004.
La
pintura en examen es un oleo sobre papel,
aplicado sobre lienzo (cm. 51 x 43), obra del
pintor Diego Velázquez, publicada también en
el volumen de Maurizio Marini del 19971
que representa un estudio para un
Retrato de un caballero de
la Orden de Calatrava.
Según
el profesor José López Rey2
la
identificación procede de un escudo de la
noble familia de Murcia3
presente en una
versión (óleo sobre tela, cm. 98 x 77)
conservada en New York, en la Hispanic Society
of America y representa ‘Don Martin de Leyva’
mencionado en su catálogo razonado sobre
Velázquez.
Sobre esta
identificación he procedido con otro recorrido
adicional histórico-archivístico que certifica
la motivación de los cuatro retratos de Martin
de Leyva catalogados.
Las
otras versiones son: en Brescia, colección de
los Conti Lecchi (óleo sobre tela, cm. 105 x
90 aprox., que procede desde el 1947 de una
recolección del South África4.
Después tenemos la versión ya (1936) en
Londres, en la Vermeer Gallery, (con adiciones
apócrifas, cm 73 x 55,5 , en origen cm. 65,5 x
51)
cuya característica es
tener como base el estudio en objeto (cm. 51 x
43) que, en el 1929, se encontraba en el
mercado anticuario en Venecia y, en años
recientes, en una recolección en Caracas
(Venezuela)5.
La
obra en estudio es siempre un retrato del
caballero de la Orden de Calatrava (cm 51 x
43), inserido por Mayer en su catálogo del
1936 ( había visto la obra) y por Rey (reporta
cuanto escrito por Mayer) y viene inserido en
su catalogado razonado del 1963, solo a través
del examen de una fotografía; la pintura era
presente en Venecia en el 1929 y después de un
largo periodo con ubicación desconocida,
apareció en una recolección en Caracas,
Venezuela6
y después en Suiza.
Con esta publicación
mía hago un gran homenaje al maestro español
Velázquez y a su importante y alta calidad
artística; y es un verdadero dolor saber que
él como Leonardo da Vinci ya no tienen una
tumba donde yo pueda depositar un ramo de
flores. Falleció el 06 agosto 1660 y fue
sepultado en Madrid en la cripta de los
Fuensalida en la iglesia de San Juan Bautista.
La mujer Juana murió apenas 7 días después y
fue sepultada a su lado. Desafortunadamente la
iglesia fue destruida por los franceses en el
1811, asi que hoy non se conoce con exactitud
donde se encuentra su tumba. Hasta el siglo
XIX, la obra de Velázquez quedo poco conocida
afuera de España y muchas de sus pinturas
desaparecieron, robadas por los soldados
franceses durante la Guerra de independencia
española.
Además, quise rendir
homenaje a la Orden de Calatrava, fundado en
la época de los Templarios y cuyo monje
fundador se llama como nuestro artista: Diego
Velázquez.